viernes, 15 de julio de 2011

Paris y las manifestaciones


Francia, París y las manifestaciones

Cuando en el año 1967, llegué, a Paris; me hospedé en un pequeño y modesto hotel de la rue Mazarine, que por años había albergado a artistas venezolanos. Calle típica del barrio latino; la esquina de esa calle, era muy característica, lugar donde se reunían los hippies, venidos de diferentes lugares del mundo, que con sus morrales, guitarras y el slogan: “Haz el amor, no la guerra”, marcaron una época de música, libertad, amor y sueños, en algunos casos, aderezados con algunas drogas, que destruyó, a muchos de ellos.

Los ídolos eran: Jimi Hendris, Joan Baez, Bob Dylan, Los Beatles y muchos otros, que con sus utopías y cantos de protesta alimentaban el espíritu de estos jóvenes, que con sus canciones y notas musicales, cabellos largos y descalzos, sacos de dormir y morrales cargados de otra manera de vivir; formaban una generación que quería ser libre de horarios y consumismos. Jóvenes que recorrían el mundo en autostop.

Pasaron unos meses y el invierno llegó, y luego, la primavera…me mudé a una pequeña habitación, en el sétimo piso, sin ascensor, muy cerca de Saint Germain des Pres.

Todo era nuevo y bello para mí. En los jardines las flores aparecían. Había un clima muy agradable. Las calles con sus adoquines, estaban allí, cargados con historias y soportando las pisadas de los transeúntes y el peso de carrozas y carros desde tiempo inmemoriales.

Es la primavera. Los cafés se llenan de personas, en las terrazas de los mismos, las personas toman rayos de sol; y de repente comienzan las huelgas, la más importante huelga general. El país se paraliza por completo. Primero los estudiantes, y mas tarde, los obreros se integran al movimiento. Todos los días y todas las noches, se construyen barricadas, construidas con adoquines, carros quemados, quiscos, paradas de autobuses y árboles talados. Las calles se convierten en campos de batallas, entre policías, obreros y estudiantes. Todo es destruido y quemado. Un sin número de carros, se han convertido en chatarras calcinadas, es un nuevo decorado, de humo y fuego.

En las noches, veía el resplandor de las llamas desde mi ventana. Tuve miedo...Todo era cuestionado, se buscaba o se criticaba la sociedad de consumo. El retrato del Che y otros líderes decoraban la ciudad y las paredes se transforman en pizarrones con grafitos y afiches realizados en el taller de la Escuela de Bellas Artes. Se cuestionaba el arte y el sistema de galerías y museos; la enseñanza y todas las filosofías. Se buscaba algo nuevo, un renacer. Los cócteles molotow llueven por todos lados e incendiando…todo se paralizó, el transporte; el tren ya no corre por los rieles, ha dejado de funcionar ni los aviones no toman las nubes.

Los grafitos adornan las paredes y son irreverentes y contestatarios, como: “Prohibido, prohibir”; “La imaginación al poder”; “Queremos el mundo, y lo queremos ahora”; Sed realista, pedí lo imposible”, y muchos otros. Son los jóvenes que tienen la palabra, administrada por Daniel Cohn Bendit, (llamado “Dani el rojo” por el color de su cabello), Alain Geisman, y, muchos otros, que dirigen el movimiento que toma proporciones enormes. Los pensamientos filosóficos, de Jean Paúl Sartre, Marcuse y otros, alimentan esta revolución. Se habla de Cuba, de la revolución cultural, en China. En la década de los 60, algunos ignoraban la realidades de estos países, totalitarios; El muro de Berlín estaba allí, como un paraban ocultando campos de concentración, hambre, muerte y prisiones.

En el 68, ese mes de Mayo, esa primavera cargada de utopías de esos jóvenes que querían cambiar el sistema, y que se dio en diferentes países, como lo fue la revolución sexual, y en contra del orden y el poder.

En estos momentos, cuatro décadas después, hay, de nuevo huelgas, paro de trenes, metros , autobuses, en el aeropuerto y puertos. Problema para encontrar gasolina, carros quemados y en algunas ciudades, conflictos entre jóvenes y la policía. Operación tortuga de los chóferes de camiones, en las autorrutas… Hoy, los jóvenes siguen a los obreros y trabajadores. Les preocupa que la jubilación pase a los 62 o 65 anos, les inquieta esta ley; si las personas trabajan más tiempo; a ellos, los jóvenes, les costara, más conseguir trabajo. Sin embargo, la ley pasó y los franceses tendrán que trabajar hasta los 62, y otros, hasta los 65 o 67 años. Hace días está más calmado, el país. Pero, hay huelga… una nueva manifestación, pero, no asistieron muchas personas.

¿Politización de los jóvenes? Algunos, son adolescentes, casi niños, entre 16 a 18 años, para unos, es la primera vez que manifiestan. Personas adultas participan con pancartas. Ciertas personas ven en los jovenes, una manera de divertirse y reunirse con sus amigos; sin embargo, la verdad es otra, protestan por un futuro incierto, sobre todo, para muchos jóvenes de origen extranjero, les preocupa la expulsión de los Roms( gitanos); se ha visto esto como xenofobia o racismo. Les inquieta lo que pueda suceder con ellos, en un futuro inmediato.

Hay decepción de los jóvenes, ellos sueñan con tener un trabajo estable… hoy, en la era de Facebook y de otras comunidades virtuales, ellos las utilizan para ponerse de acuerdo para la próxima manifestación y sus celulares para tomar fotografías de situaciones y conflictos con la policía.

Mientras camino por estas calles parisinas, vienen a mi memoria, esos días del mes de Mayo de 1968. Era la primavera, que se había convertido en protestas, en chatarras y árboles quemados, en afiches y slogan que llenaron las calles de toda Francia. Fui un testigo excepcional de esos días. Hoy, 42 años después, es el otoño y los árboles dejan caer sus hojas amarillentas y marrones tapizando el suelo. Estoy presenciando todas estas manifestaciones, que con sus pancartas manifiestan pacíficamente, y, a veces menos, exigiendo sus reivindicaciones y su jubilación a los 60 años… pero, siempre, aquí, habrá huelgas y si Paris es una fiesta, Francia es, también, el de una perenne manifestación y un centro importante en los cambios: culturales, sociales y políticos; porque Paris, siempre será Paris, entre la fiesta, la protesta y las manifestaciones.

lunes, 6 de diciembre de 2010

París


Café Les deux Magots

París es una fiesta

El titulo de este texto lo tomo del libro de Ernest Henmigway, y así, narrar algo de mi estadía en Paris. Desde hace siglos, a París se le ha cantado, escrito y pintado; ha sido inspirador de novelas y canciones.

En una carta dirigida a un amigo, en el año 1950, Henmigway dice:” Si tienes la suerte de haber vivido en Paris cuando joven, luego Paris te acompañará, vaya donde vayas, todo el resto de tu vida, ya que Paris es una fiesta que nos sigue”.

Sus calles, cafés, creperías, bistros, braserias… nos cautivan y nos da la impresión que siempre se està celebrando algo. Es una ciudad para amarla y poseerla. Hay muchas maneras de enamorarse de ella; como sus restaurantes, cafés, sin embargo, ha sido dura con muchos artistas que han venido a producir sus obras, en la Ciudad Luz.

La ciudad ha sido un templo, donde llegan personas para entregar sus ofrendas con su creatividad; otros, vienen a conocerla y a tomarle fotografías como documento testimoniales de haber estado en ella.

Muchos artistas han dejado grandes obras en esta ciudad; llamada la Ciudad Luz, por su aporte a la cultura y, llamada así, por ser la primera ciudad alumbrada con faroles.

Los cafés han sido los lugares donde se han reunido los pintores, poetas, filósofos, algunos venidos de países lejanos. A principios del siglo XX, fueron sitios de reunión de, Picasso y Dora Maar, posiblemente, para hablar de la obra Guernica, la cual, era fotografiada por ella. En el café llamado Les Deux Magots, por los dos magos que se encuentran en el gran salón, esculturas que forman parte del decorado. En este sitio se daban cita, también, Jean Paul Sarte y su gran amor Simone de Beauvoir; tenían una mesa donde se sentaban regularmente para hablar de arte y filosofía. Estos lugares, son conocidos por las primeras citas de amor.

Hace un tiempo atrás había leído, que los cafés estaban perdiendo sus clientes, ya que no se podía fumar en su interior. Sentí una gran nostalgia.

Hoy, cuando me paseo por sus calles y callejuelas cargadas de historias y anécdotas, me doy cuenta que Paris es el arte, es la vanguardia y la filosofía…pero, sobre todo, son sus cafés, restaurantes y bistros que a cada esquina aparecen y pareciese que es todo el tiempo una fiesta. Es en estos espacios donde el francés y turistas ven a sus amigos, se hacen proyectos, se habla de arte, del último film y del libro publicado, y donde, Cupido esta listo con sus flechas…

Pero Paris es difícil y duro para quien quiere quedarse y hacer su obra o conseguir trabajo. Hay artistas, que han tenido que cantar y tocar un instrumento de música, como lo hizo el maestro Jesús Rafael Soto y muchos otros, para así, poder hacer sus obras y, al final, imponer su arte.

El tiempo ha pasado, hoy, veo a Paris con otros ojos; o es Paris que me ve a mi de otra manera .Hace cuatro décadas, que llegué a esta ciudad por primera vez, vine enamorado de ella; conocía sus calles, cafés, pintores, sus movimientos de vanguardia, sus poetas y pintores malditos: Modigliani, Soutine, Baudelaire y Rimbaud; el existencialismo y muchos otros movimientos. El tiempo ha pasado y sigo con el mismo amor…

Pero Paris, son también sus clochard que duermen en las calles y hoy, también, existen, que duermen en carpas o plena luna, eso es, también, Paris.

En el siglo 19 a muchos les molestaba las carrozas con sus caballos y sus excrementos. Hoy, hay otros cosas que molestan: las motos, bicicletas y pequeñas patinetas, que recorren sus calles y sus aceras, una manera de desplazarse y de ir más rápido, pero, aun así, Paris es Paris, con sus jardines, sus catedrales medievales y sus monumentos.

Es Montmartre y Montparrnasse; lugares de talleres y de encuentro de artistas y, desde el impresionismo al cubismo; de Paúl Cezanne, Picasso, Miro, Mondrian hasta Soto, Carlos Cruz Diez, hasta las ultimas tendencias del arte moderno. Paris ha sido fuente de inspiración de artistas como: Ezra Pound, Scout Fitzgerald, Henmigway, Willians Faulkner, y a mucho artistas latinoamericanos que han sido tocado por la magia de Paris.

Ernest Henmigway escribía sus obras en la Closerie des Lilas, o la Coupole cuando era pobre y vivía “de amor y de vino fresco”, aunque la pobreza era grande.
Porque muy bien lo dice su libro: “Paris es una fiesta”, es más podríamos decir: que fue, es y será una ciudad para vivirla y amarla y siempre será así, yo viví durante 17 años
y por ahora, pasaré varias semanas, con mis hijas, mi nieta y mis amigos…y la fiesta continua … te amo, Paris.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Arte geométrico y cinético venezolano

Alejandro Otero

Para escribir sobre el arte geométrico o de cinetismo habrá que pasearse por todo el siglo XX, en el arte pictórico. Desde hace más de 60 años, los artistas venezolano han estado presente en los movimientos de vanguardia y han dado grandes aportes al arte que se han desarrollado en Venezuela, y sobre todo, en París.
Al hablar de arte y de esta tendencia en particular, hay que ir a las fuentes, a sus orígenes, y es: el pintor francés, Paul Cézanne, (1839-1906) quien manifestó que todo se reduce a simples formas geométricas. Hay que estudiar al cubismo, en especial, Picasso y Braque, quienes plantearon la fragmentación de los objetos a formas simples; ir a Mondrian, y su vertical-horizontal, es la Bauhaus, el Stil, Kasimir Malewich, y su: “Cuadrado blanco sobre fondo blanco”(1918) es el constructivismo ruso y el suprematismo; es la belleza de lo interior, es la no representación, es la búsqueda del color puro, del cuadrado, del triángulo, o del círculo, el punto y la línea. Es la obra como valor en sí misma y no por lo que representa. Pero volvamos y tratemos de encontrar los orígenes de esas búsquedas en el arte venezolano
Y allí, en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas, el pintor Antonio Edmundo Monsanto explicaba a través de litografías y en las imágenes de obras de Paul Cézanne y de los cubistas, el desarrollo del arte. Un grupo de jóvenes pintores entre ellos: el joven Alejandro Otero, quien con sumo interés oía las lecciones del maestro Monsanto. Un tiempo después de la segunda guerra mundial, estaban en París un grupo de artistas venezolanos, quienes comenzaron a estudiar el cubismo y otras tendencias abstractas, salieron: “Las cafeteras” y luego” Los Colorritmos”. Hablaban de arte, filosofía y búsquedas plásticas, de museos y galerías… aparece después de un analice conceptual, un gran: NO, NO, a todo lo que es museo, galerías, críticos y un NO rotundo, a todo lo que era arte tradicional. Las formas abstractas llenaban sus lienzos. Éste grupo de artistas venezolanos asumían el arte abstracto como una manifestación de vanguardia, entre ellos: Alejando Otero, Mateo Manaure, Pascual Navarro, Luis Guevara Moreno, Carlos Gónzales Bogen. Eran “Los Disidentes”, artistas que participaron realizando murales en la Ciudad Universitaria de Caracas, en la década de los 50.; también, artistas como Omar Carreño, Víctor Valera y otros.
Sin embargo, no era la primera vez con los venezolanos habían tomado el abstraccionismo como su manera de expresarse, años atrás, el Grupo MADI, año 1946, y como cabeza del grupo, el pintor uruguayo, Carmelo Ardem Quin, y de artistas uruguayos, venezolanos y argentinos. Se habían agrupado para realizar obras de formatos irregulares y transformables, que rompía con las obras tradicionales y que incluía: poesía, arquitectura y arte, en general
En los años 50, llega a París, Jesús Rafael Soto y va a comenzar a desarrollar la obra a partir de Mondrian, Malewich, y de otros artistas que van a determinar su rumbo en sus investigaciones en el arte. Ya en el año 1955, estaba participando en la exposición ” Movimiento” en la Galerías Denise Rene, con artistas como Vasarely, Jacobo Agan, Alexander Calder, Duchamp y muchos otros. Un nuevo grupo, el GRAV, grupo de pintores franceses y argentinos se van agrupar dentro el espíritu geométrico-cinetico, y la participación del público, como el argentino, Julio Le Parc.
En 1964, llega Carlos Cruz Diez, y muy pronto sus fisicromias ocupan un espacio dentro de la vanguardia parisina , luego, Juvenal Ravelo y después, un grupo de artistas recién llegados, años 67-68, algunos, comienzan a buscar dentro ese mundo del movimiento, de las formas geométricas como elementos de ésta nueva tendencia. Entre ellos César Andrade, Edison Parra, Zerep, Asdrubal Colmenarez, Yuye de Lima, Rafael Pérez, Darío Pérez Flores, Francisco Salazar quien ya había comenzado sus búsquedas ópticas, en Venezuela, y quien escribe este texto, continuábamos en el camino del arte óptico y en la abstracción geométrica.
Mientras algunos artistas venezolanos continuaban sus búsquedas y logrando invitaciones para participar en los salones de arte en París y en otras urbes europeas, aquí, en Venezuela, un grupo de artistas, como: Rómulo Contreras, Carlos Medina, Pedro Piña, Mercedes Pardo, Omar Carreño, Osvaldo Subero, Inca Zabala, Lya Bermúdez, José Rosario Pérez, Edgar Guinand, Rodrigo Rodríguez, Joaquín Latorraca, Rafael Martínez, Jorge Veliz, Esteban Castillo, Jorge Zerep, algunos con estadía de varios años en París, han continuado desarrollando una obra, la cual, tenga un valor por lo plástico, no por lo que representa, es el arte en su búsqueda hacia la interioridad de esa forma liberada de connotaciones históricas y sentimentales. Éste grupo de artistas han asumido el reto de continuar por un camino de la investigación de lo sensible, de las formas puras, asumiendo el arte en todo su sentido…apropósito de: Exposición “Arte geométrico” itinerante por Venezuela.
Esteban Castillo